En este artículo os vamos a contar por qué no hay que tener miedo a cambiar de compañía energética. Además, veremos como aprovechar la competencia actual en los mercados energéticos para ahorrar un buen dinero.
El miedo a cambiar de compañía de luz y gas
En nuestro día a día, nos encontramos en numerosas ocasiones con personas que literalmente “tienen miedo a cambiar de compañía eléctrica y de gas”.
Son personas que llevan toda la vida con la misma compañía, cosa de la cual se aprovechan al máximo las comercializadoras para darles un buen estacazo. Las compañias no se tienen ni que preocupar en darles mejores ofertas, ya que este tipo de personas nunca se van a cambiar de compañia.
Todo esto, se debe principalmente a un total desconocimiento de cómo funciona el mercado energético, y os vamos a demostrar que es un temor infundado. En realidad, un cambio de compañía es un proceso muy sencillo y transparente para el usuario.
¿Distribuidora vs comercializadora?
Antes de adentrarnos en el proceso de cambio, es vital comprender la diferencia que hay entre la distribuidora y la comercializadora. La distribuidora es la encargada de llevar la electricidad y el gas desde las subestaciones hasta los hogares y negocios, manteniendo la red eléctrica y de gas natural y gestionando los posibles cortes o incidencias. Por otro lado, la comercializadora es la empresa con la que los usuarios contratan su tarifa y a la que pagan sus facturas.
Es importante destacar que, al cambiar de comercializadora, la distribuidora seguirá siendo la misma. Esto significa que no habrá interrupciones en el suministro, ni necesidad de realizar cambios en la instalación. Además, si tuvieras un problema , deberías llamar igualmente a la distribuidora, estés en la comercializadora que estés.
La simplicidad del cambio
En comparación con otros cambios de servicios como podría ser cambiar de proveedor de internet o telefonía móvil, donde se requiere la instalación de nuevos dispositivos o tarjetas SIM, cambiar de comercializadora energética es mil veces más sencillo. No hay necesidad de modificar nada en tu hogar, ni preocuparte por posibles interrupciones en el servicio. El cambio es transparente y de un día para otro sin que te des cuenta y sin dolor.
En un mercado energético cada vez más competitivo, cambiar de compañía puede suponer un ahorro muy importante en tu factura mensual. Con este cambio, en ningún momento sacrificarás la calidad del servicio. Muchos de nuestros clientes se sorprenden al descubrir que han estado pagando de más durante muchos años por no animarse a dar el paso hacia una compañía con tarifas más competitivas.
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